Dice Juan Villoro que “el fútbol es un sistema de representación del mundo y a través de eso podemos entrar en contacto con todo lo que es”. Raúl Orozco parece haber elegido esa máxima para escribir este libro que es muchas cosas a la vez: se trata de un mapa para empezar a entender el Mundial de Rusia 2018; pistas y datos de todas las selecciones que participarán en la justa mundialista.
Pero es también el retrato de algunos de los futbolistas más destacados –o los que por una u otra razón le parecieron al autor que sobre ellos habría que poner la lupa– y sus circunstancias frente a cada una de sus selecciones.

Y es más: porque si efectivamente el futbol es un sistema de representación del mundo, en este libro encontramos también contextos históricos y referencias a otras justas mundialistas, que de una u otra manera abonan en la comprensión de lo que podríamos ver en Rusia 2018.
Así, sin escribirlo directamente, Raúl Orozco nos dice entre líneas lo que espera de cada selección en el mundial, en coherencia no sólo con las propias plantillas, sino también por sus últimas presentaciones y de acuerdo al sino histórico que a cada una le ha tocado cargar. Ahí está el caso de la Selección Alemana, que siempre gana… bueno, o casi siempre (esperemos).
Como si de un entrenador se tratara, Raúl Orozco ha metido a esta cancha a un puño de jugadores: ha armado su propia selección, con los que apuesta serán los protagonistas del Mundial en Rusia. Pero lo ha hecho con la gracia con la que se mueve Luis Suárez en el área rival o con la contundencia con la que le pega al balón Andrés Guardado en nuestra selección, cuando se trata de cobrar un tiro libre.
Lo que quiero decir es que al leer este libro, se siente cómo el autor disfrutó al escribirlo y eso el lector lo nota de inmediato. Así como existen jugadores que se notan incómodos en la cancha, que parecieran estar jugando a fuerza, también hay libros que parecen haber sido escritos con hartazgo y hasta aburrimiento.
En el caso de Notas al pie, estamos frente a uno de esos ejemplares que, como se dice cuando se quiere hacer un halago, se lee de una sentada.
El futbol es un fenómeno que, como bien lo dice el autor, no sólo le interesa a los que les gusta, sino en el que se ven involucrados hasta a los que no les gusta. No hay duda de que el futbol es pasión, es diversión e inteligencia.
Raúl Orozco, que es un apasionado del fútbol, lo es también de la buena pluma y con ella nos obsequia a los lectores de este ejemplar un manual de inteligencia escrito con honestidad, pero sobre todo con desenfado, sin niguna pretensión más allá que la que tiene el propio futbol en su acepción más primigenia: que el mundo pare, mientras la pelota ruede.

—David Izazaga